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domingo, 16 de febrero de 2014

WELCOME TO INDONESIA! BALI


Bali huele a incienso y flores. Es tan agradable... Los balineses en su mayoría hindúes, con sus rituales diarios de ofrendas de flores, frutas, incienso... se encargan de perfumar las calles de toda Bali con un aroma místico y mágico.

Los primeros días los pasamos en Kuta en el Rita Hotel por 130.000 rupias con desayuno incluído. No paró de llover noche y día y nos lamentábamos por no poder hacer nada ni visitar nada.



Pasamos la nochebuena en Kuta. Cenamos en un restaurante un buffet barbacoa especial "Christmas", la cena no fue gran cosa pero la animación sí, espectacular. Un grupo de 2 cantantes guitarristas nos amenizó la noche ¡eran realmente buenos! 

Contratamos una excursión, "La Excursión", en mayúsculas por lo espectacular que resultó y en especial por el ojo de la cara que nos costó... 4 días y 3 noches navegando por el parque nacional de Tanjung Puting en Kalimantán, Borneo. Os contaré esta experiencia tan maravillosa pronto.

Cenamos en un restaurante español en Nochevieja, ¡con uvas y todo! como tiene que ser jejeje. Después bajo la lluvia fuimos a la zona de marcha gritando "selama tom ború" o algo así, que significa ¡felíz año nuevo! 
Conocimos a una pareja, ella noruega y él de Dubai, debía estar forrado el típo porque nos pagó toda la noche de fiesta, entradas a las discotecas, zonas VIP y todos los cubatas... llegamos casi a gatas a "casa" por la mañana, lo pasamos muy bien, ¡menuda fiesta hay en Bali!
con las uvas preparadas :)

SINGAPUR, LA EXCEPCIÓN DEL SUDESTE ASIÁTICO


El segundo día fuimos a desayunar delicias locales con nuestros anfitriones. La forma barata de comer en Singapur es en los "Hawker 
centre", que son los antiguos puestos callejeros alojados en centros comerciales. 




Singapur es totalmente occidental y los lugareños tienen muchas normas, algunas realmente estúpidas. Está todo súper limpio y es carísimo. Desde luego no parece que estás en Asia y eso no me gusta. Sin embargo los edificios más emblemáticos son dignos de admirar.


A la izquierda Hotel Marina Bay, a la derecha el Museo de Ciencias
Visitamos "Little India" entre comillas... porque es un barrio ordenado y limpio, no hay caos y es aburridamente tranquilo. Se diferencia por los saris de las indias y por las tiendas que ni siquiera tienen música, me dio pena.
Pasa exactamente lo mismo en Chinatown:
"Chinatown"
Singapur está plagada de centros comerciales llenos de compradores, desde luego la economía funciona.

Interior del hotel Marina Bay
A la mañana siguiente nos levantamos muy temprano. Fue una paliza, no dejamos de caminar y caminar durante todo el día. Por la mañana aprovechamos a visitar el museo de ciencias, por fuera el pavellón es espectacular pero por dentro no hay practicamente nada! menuda decepción... El hotel Marina Bay nos esperaba, me encanta caminar por estos sitios tan elegantes vestida como una autentica mochilera sudorosa, la gente se aparta y todo jajaja. Subimos hasta la azotea ¡en la planta 58! Hay un par de terrazas a las que se puede acceder sin ser cliente y gratis, aunque el vértigo no permite asomarse demasiado.

Azotea del hotel Marina Bay
Vistas de Gardens by the Bay desde la azotea del hotel Marina Bay

"Gardens by the bay" es una autentica turistada. No puedo decir que no me haya gustado, es algo diferente a lo que he visto hasta ahora, jardines y cascadas dentro de una burbuja de cristal, pasarelas en lo alto... bastante subrrealista y totalmente artificial. Toda esta parte de Singapur me resulta demasiado artificial. Ricky estaba maravillado pero a mi me faltaban los pájaros, los monos y la aventura... de cualquier manera pasear por esta zona es imprescindible.





















Siguiente parada "museo de las civilizaciones asiáticas". Para mí perfecto para entender la 
mayor parte de las diferentes culturas, en muchos casos de forma interactiva, disfruté muchísimo empapándome de tantísimas cosas interesantes. Ricky parecía bastante aburrido, nuestras diferencias se van notando cada vez más.



Caminamos hasta "Merlion", el icono de Singapur, que no es más que un leon con cola de pez.



Llegamos en metro y después un autobús al "Night Safari". Nos imaginamos un jeep o algo así pero no, nuevamente caminata de varios kilómetros. La verdad que está muy bien cuidado, observamos un montón de animales nocturnos casi a un paso de nuestro camino o a veces volando sobre nosotros. Fue un paseo muy agradable aunque tuvimos que esquivar a tanto niño gritando, perturbando la tranquilidad de la noche animal... El tren que pasea por el parque es una atracción que no se puede perder.






Volvimos a casa a rastras, sin poder siquiera ni hablar... ¡día agotador!

4 días en Singapur son suficientes para conocer las zonas más turísticas de esta ciudad-país. 



Si tengo que describir con una palabra Singapur se me ocurre artificial. Desde luego atracciones para turistas hay un montón (todas carísimas), pero me ha resultado aburrido, nada que ver con Asia, tan limpio, tanto orden, tanta norma... me gusta sentir que estoy en Asia, con su caos y su locura. Obviamente con tanta norma, es un país muy seguro, nuestros anfitriones dejan la puerta abierta de su casa siempre. Pero no hay tradiciones, no hay cultura histórica... y eso me entristece.


Al día siguiente abandonamos Singapur desde el aeropuerto para poner rumbo a otro país mucho más auténtico...

BYE BYE SINGAPUR!!!

sábado, 15 de febrero de 2014

WELCOME TO SINGAPUR!



Nos alojamos en casa de Toni y su chica. Una pareja de locales que nos brindaron una habitación en su casa mediante "couchsurfing".

Llegamos bajo una intensa tormenta.

Singapur es una ísla al sur de Malasia y comunicada con ella por un largo puente. Fue aquí donde vimos desde el autobús como se formaba un tifón...


Tras obtener nuestro visado gratuíto en la frontera con un sencillo trámite comencé a apreciar las claras diferencias que identifican  a Singapur.


Esta vez la lluvia no dio tregua y llegamos a casa de Tony empapados.
Toni es profesor de matemáticas y su chica ha convertido la casa en una residencia canina así que la casa está llena de perros y pasamos largo rato charlando mientras les acariciabamos.

Al día siguiente madrugamos para aprovechar el día. Visitamos Isla Sentosa, que es un parque temático en sí toda la ísla. Chapoteamos en el parque acuático, probamos todos los toboganes y visitamos el aquario que obtuvo el guiness de los records por albergar el mayor aquario del mundo. Da gusto sentarse a observar los diferentes tipos de especies, muy relajante, mejor que un cine.


El pez toro

















Después de pasar emociones fuertes en Villa Sentosa, nos dimos un relajante paseo por el jardín botánico y en especial por el jardín de orquideas, precioso.



Para acabar el día, el plato fuerte!
El impresionante hotel Marina Bay y el curioso parque "trees by the bay". Completamente iluminado el parque nos dejó boquiabiertos, presenciamos un espectáculo de luz y sonido maravilloso. La verdad que nos esperábamos que fuese muy chulo pero de noche es espectacular. Aunque las fotos no hacen justicia aquí os dejo algunas.