Nos alojamos en casa de Toni y su chica. Una pareja de locales que nos brindaron una habitación en su casa mediante "couchsurfing".
Llegamos bajo una intensa tormenta.
Singapur es una ísla al sur de Malasia y comunicada con ella por un largo puente. Fue aquí donde vimos desde el autobús como se formaba un tifón...
Tras obtener nuestro visado gratuíto en la frontera con un sencillo trámite comencé a apreciar las claras diferencias que identifican a Singapur.
Esta vez la lluvia no dio tregua y llegamos a casa de Tony empapados.
Toni es profesor de matemáticas y su chica ha convertido la casa en una residencia canina así que la casa está llena de perros y pasamos largo rato charlando mientras les acariciabamos.
Al día siguiente madrugamos para aprovechar el día. Visitamos Isla Sentosa, que es un parque temático en sí toda la ísla. Chapoteamos en el parque acuático, probamos todos los toboganes y visitamos el aquario que obtuvo el guiness de los records por albergar el mayor aquario del mundo. Da gusto sentarse a observar los diferentes tipos de especies, muy relajante, mejor que un cine.
El pez toro |
Después de pasar emociones fuertes en Villa Sentosa, nos dimos un relajante paseo por el jardín botánico y en especial por el jardín de orquideas, precioso.
Para acabar el día, el plato fuerte!
El impresionante hotel Marina Bay y el curioso parque "trees by the bay". Completamente iluminado el parque nos dejó boquiabiertos, presenciamos un espectáculo de luz y sonido maravilloso. La verdad que nos esperábamos que fuese muy chulo pero de noche es espectacular. Aunque las fotos no hacen justicia aquí os dejo algunas.
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