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miércoles, 4 de diciembre de 2013

TONSAI


Llegamos a Tonsai después de un largo viaje. Tomamos un barco nocturno con literas en Koh Tao. El monzón apretaba fuerte y comenzamos a navegar bajo una intensa tormenta. Pasé miedo. El barco se balanceaba muchísimo y cada vez que caía un rayo se movía sin control. Después de 8 horas llegamos a Sura Thani sanos y salvos. Allí una minivan nos acercó a Krabi y una sôrngtâaou hasta Ao Nang. Desde allí, una barquita nos llevó por fín ¡a Tonsai! Oh, guardo tan buenos recuerdos de este lugar... ¡qué alegría volver allí!

Tonsai es una pequeña playa en el municipio de Railay, es digamos la playa barata de Railay, pero desde luego no hay comparación. La vida nocturna de Tonsai es genial con sus chiringuitos de playa, con sus grupos en vivo tocando cada noche, con sus fiestas de la luna llena, con el humo de la barbacoa del "mama chicken", es un sitio especial que te va atrapando día tras día. Hay montones de guest houses repartidos en bungalows. Las grandes montañas de roca caliza rodeando la playa lo hacen uno de los mejores sitios del mundo para escalar, es muy famoso por ello.



Cargamos las mochilas, nos remangamos los pantalones para saltar al agua y ¡qué emoción! salto de la barquita y... ¡oh! no ¡nooooo! el fango me atrapó las piernas hasta por encima de las rodillas, me hundí tanto que no podía salir de allí. Las chanclas no me dejaban sacar las piernas y me negué absolutamente a perder mis chanclas, regalo de mi querida sister, allí y de aquella manera tan absurda. Después de una buena sudada conseguimos llegar a tierra firme (y las chanclas también, sister). Todos los que llegaron a Tonsai pasaron por lo mismo y ahora lo recuerdo y me parece una situación bastante cómica.

Nos alojamos en el Paasook resort (qué manía tiene esta gente de añadirle resort a todo) por 300 THB en un bungalow con baño. Tenemos luz sólamente de 18h a 6h, pero ¡tenemos sol! aprovechamos para pasar toda la tarde en la playa pegando chapuzones y jugando a varios juegos que se inventa Ricky. Es una suerte que Ricky sea tan creativo, ¡nunca nos aburrimos!

Pasan los días en Tonsai tranquilos. Caminamos hasta Railay para ver la puesta de sol ¡qué maravilla! Entonces todavía no sabíamos lo que nos pasaría un rato después...




Terminamos de fotografiar aquella puesta de sol tan espectacular y comprobamos que la marea no ha bajado lo suficiente como para cruzar a Tonsai, pero está anocheciendo y tenemos que marchar. Entre Railay y Tonsay hay un paso entre las rocas que, cuando la marea está baja, se cruza con facilidad.

Esa no fue nuestra suerte.

Con la marea a medias y apenas sin luz tratamos de cruzar a través de las rocas y el mar. Se hizo de noche a mitad de camino.

Afortunadamente lo estamos contando pero no fue nada divertido. Si tenéis la suerte de pasar unos días en Tonsai, cuidado con esto.

Nos tomamos unas cervezas al llegar a Tonsai por aquello de ahogar las penas y conocimos a una parejita muy maja, ella de Perú, él de USA. Quedamos con ellos al día siguiente para pasar el día en la playa de Phranang a la que es posible llegar en taxi-barca.

Phranang es, sin duda, la playa más bonita de Railay. Pasamos el día dando chapuzones, visitando las cuevas de los penes (sí, con montones de ofrendas fálicas) y jugueteando con los monos que aquí son super simpáticos.

Curiosos restaurantes en Phranang
¡AUPA ATHLETIC!


Pronto os contaré la excursión más bonita de Tailandia. ¡Hasta pronto!

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